Ayer, una amiga, me devolvió un libro que le había prestado y me hizo pensar que últimamente no leo nada... Entre los niños, la casa y otras mil cosas que hago a diario no tengo un momento para sentarme a leer. Hay noches que me meto en la cama a la tantas, abro un libro (tengo uno a medias desde hace tiempo) y me quedo dormida a los 2 minutos... Qué rabia! Al día siguiente cuando lo vuelvo a intentar, tengo que retroceder una página para acordarme de que iba la cosa, así es imposible!
Marcal ya es mayor, tiene casi 6 años y es muy independiente, así que antes de tener a Júlia tenía mis momentos de lectura mientras él se entretenía con sus juegos. Sobretodo en verano. Esos momentos después de comer en los que todos se echan la siesta y la casa está en silencio, me parecen a mi perfectos para coger un buen libro. O en la playa, cuando Edu se dedica a perseguir a Marçal corriendo por la arena o saltando olas con su tabla de surf, otro momento perfecto para leer debajo de la sombrilla. Las tardes de verano son largas, con luz hasta tarde y dan mucho de sí. Qué ganas de verano!
Estos días, navegando por la red, he empezado a ver como las marcas de ropa empiezan a promocionar sus nuevas colecciones para primavera/verano, en enero, sí! cada vez más pronto. Y ahora, que oscurece tan pronto y parece que las noches empiezan a las 5 de la tarde, me ha cogido nostalgia y me he puesto a ver las fotos del verano pasado.
Los niños y yo estuvimos gran parte del verano en la Costa Brava, nuestro sitio preferido para pasar las vacaciones. Edu trabajaba, así que subía y bajaba cuando podía. Tuvimos muchas visitas de amigos y familiares que venían a vernos y se quedaban algunos días. La verdad, fue un verano fantástico.
Júlia era aún muy pequeñita así que no la sacábamos mucho de debajo la sombrilla. Ella, encantada, se pegaba largas siestas. Para no romperle sus rutinas y aprovechar la playa al máximo con Marçal, me llevaba su comida en un termo y listo!! Por cierto, el termo que utilizo es, todavía, el que me regalaron cuando nació Marçal. Es de la marca Chicco, en acero inoxidable muy resistente y caben dentro 2 tuppers redondos con la medida justa para una toma en cada uno. Los tuppers cierran herméticos y nunca se escapa nada, perfecto!
Estoy deseando empezar a comprar ropita para el verano para Júlia, aunque ya tengo alguna cosita de Petit Bateau, DouUod... Las tengo colgadas en unas perchas muy bonitas de telas estampadas que mi madre tenía guardadas de cuando yo era pequeña, me encantan...
Aquí os dejo un resumen de mis fotos preferidas con algunos de los looks del pasado verano y unos links por si os apetece curiosear.
Pelele de estrellas de la firma Baby Version Rock, precioso y muy, muy fresquito. El sujetachupetes gris está hecho de ganchillo a mano y lo venden en Limo
El pelele de punto, cortito y con estampado de moscas es de la firma Bobo Choses. Ahora en su página web están de rebajas y se pueden encontrar prendas estampadas muy monas a buenos precios. Además también tienen unas sillas para niños y unos bolsos que me encantan.
El sujetachupetes de gatito es de una web de la que ya os he hablado antes, tutete.com. La bandana es de Benetton Baby.
Marçal, saltando en la orilla, con bañador hawaiano de Zara.
Marçal y Edu con el mismo bañador amarillo con ribetes azul marino de Calzedonia, a Marçal le encanta ir como su padre y están tan guapos los dos igualitos!!
Júlia disfrutando de su fruta de la merienda.
Va, que ya no queda tanto...
Besitos!!
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